lunes, 29 de noviembre de 2010

El fútbol es así


El futbol es así, una de las más repetidas frases de este deporte rey.

Y hoy mismo me he dado cuenta de esa gran verdad! La cuestión es que a mi personalmente el fútbol de normal pues como que no me interesa mucho, la verdad. Es cierto que veo el fútbol y que estoy un poco al corriente de la liga BBVA, pero esto se debe en gran medida a que en mi casa los deportes de La Sexta y Cuatro son sagrados. De Cuatro también, porque aunque todos nos quejemos del asco que dan "Los Manolos", todo aquel seguidor del fútbol en España acaba viéndolos, auqnue sea para criticar ;)

La cuestión es que hoy, como buena medio-futbolera, he ido a ver el Barça-Madrid. Os podeis imaginar el ambiente: bar repleto de aficionados, densa nube de humo, gritos varios (mejor dicho continuos) y hasta unas bocinas. Nada más empezar el partido ya he empezado a notar tensión. Cada pase, cada chut, cada falta...todo iba desencadenando movimientos en mí... Y de repente... Gooool! Y me veo a mí misma saltando de pie y chillando!!! Y he pensado uy ¿pero qué hago? Por un momento he parado, pero me he girado alrededor y tras ver el panorama he decidido que si paraba de chillar la rara sería yo, así que me he dejado llevar...

Bueno y a partir de ahí ya os podeis imaginar, me he ido subiendo y al final nadie podría decir que no soy una buena seguidora. Golpe en la mesa, palabras de ánimo, insultos varios, aplausos... Y es que el fútbol es así. Saca toda nuestra energía y la transforma en nervios, tensión, alegría (o pena para los del madrid ;) )... pero sobretodo relaja, porque no veas lo agusto que te quedas después de un partido. Más aún si el Barça le mete 5 al Madrid...



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martes, 23 de noviembre de 2010

Frifrifrío...


Y es que ya se nota la frescoreta!

Es tiempo de días engañosos. Esos días que luce un espléndido Sol por la mañana y por la tarde hace un frío... Son días de comprar castañas cuando llego a L'Estació del Nord y así calentarme las manos mientras espero el tren. Días de llegar a casa y ponerse enseguida el pijama. De taparse con la mantita en el sofá. ¡Y qué haríamos sin la mantita! Elemento fundamental en el sofá de toda casa. Las hay bonitas y feas, ultrasuaves, de colores, de esas viejas que pesan un quintal, a conjunto con el sofá... pero no puede existir un sofá sin su mantita, eso no sería un sofá. No por lo menos de Noviembre a Febrero.

Así que yo me quedo con la mía, a mí me gusta rodearme con ella como si fuera un rollito de primavera. ¡Que felicidad!


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martes, 16 de noviembre de 2010

Cosas que pasan...

Y resulta que hoy es un día de esos de... cantar, de reír y de ser feliz!
Es uno de esos días que llegan sin avisar, simplemente te despiertas con una melodía en la cabeza, escuchas cualquier canción por la calle y te pones a tararear. Oyes música en casa y te pones a bailar delante del espejo. Tienes ganas de reír, de hacer bromas, de beber una copita de vino y seguir bailando...
¡Brindo por esos días!

http://www.youtube.com/watch?v=IVraSJcU8aY&feature=related

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viernes, 12 de noviembre de 2010

Ñan Ñam


Llevo una semana que no hago más que cocinar, ¡que gusto! He hecho champiñones rellenos, palmeritas dulces y saladas, cocas, bizcochos, calamares... Rico rico! Y es que me gusta cocinar, me gusta cocinar para los demás. Me gusta que la gente disfrute de mi comida. Quiero hacerme una cocinera de esas que la gente dice: "Uy, el mejor plato de .... el de Muriel" jejejeje! Y para eso hay que entrenarse! Así que sigo con lo mío! Me voy a cocinar!

lunes, 1 de noviembre de 2010

Me gustas tú


Me gusta despertarme y empezar a gritar tu nombre para que vengas a darme los buenos días.

Me gusta verte dormir mientras leo a tu lado.

Me gusta cuando me haces poner morritos, me gusta cuando te ries de mis morritos.

Me gusta cuando te pones el pijama y te quedas conmigo en el sofá.

Me gusta cuando adivinas mis pensamientos.

Me gusta cuando levantas la cabeza al hacerte fotos.

Me gusta que te toques la oreja cuando tienes vergüenza.

Me gusta que me esperes en la estación.

Me gusta tu cara cuando sabes que has hecho algo mal.

Me gusta que te duermas de pie.

Me gusta cuando me estiras los dedos.

Me gusta cuando me abrazas por atrás.

Me gusta que te pongas nervioso cuando tardo en salir de casa.

Me gusta que te duermas apoyado en mí.

Me gusta como me tratas.

Me gusta que estés a mi lado.

Me gustas tú.

jueves, 21 de octubre de 2010

Simbisois



Tras pensarlo hoy tontamente (hoy es un día tonto) he llegado a una conclusión, la simbiosis es nuestra vida!!


No nos alejamos mucho de un simple pulgón, en este aspecto me refiero, claro está la diferencia entre ellos y nosotros. Nosotros somos más guapos, a veces...





Alguien quiere "simbiosar" conmigo?



Simbiosis en el pulgón con Buchnera y Serratia



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jueves, 14 de octubre de 2010

¿Por qué creer en Dios?

¿Por qué creer en Dios? Es una pregunta que me he planteado muchas veces a lo largo de mi corta vida. Cuando era pequeña la respuesta era simple: hay que creer porque sí, porque todos lo hacen, si se me ocurre pensar que no existe me pasarán cosas malas. Transcurridos unos años, ya con las ideas un poco más claras, empecé a darme cuenta de lo absurdo del argumento e intenté dar respuestas más sólidas.

Desde bien pequeñitos, aún cuando no tenemos consciencia de nada, nos cogen y nos inculcan que existe un Dios, un señor todopoderoso que es el responsable de todo lo que vemos y de todo lo que nos pasa. Y aún si eso parece poco, también es capaz de manejar nuestro futuro final, nuestra eterna paz al morir. Y como niños que somos nos hacemos la idea de que existe, que es un hombre bueno pero con gran temperamento. Por lo que hay que hacer lo que nos digan los mayores o seremos castigados, y claro si las broncas de tu padre ya son grandes, no quieres ni pensar lo que serán los castigos de Dios. Y como buenos cristianos, todos de la mano, a la iglesia vamos.

Y así pasan los años en los que en creer en Dios es simplemente lo que toca, es seguir unas costumbres, pero a su vez también es algo emocionante. Vas a la iglesia los fines de semana y en fiestas grandes, te arreglas para ir y cuando entras son enooormes, huele raro, hay mucha gente, te levantas, te sientas, echas dinero...te das cuenta de que estás perteneciendo a algo, te sientes parte de un grupo y eso es grandioso! Acostumbrado siempre a que los mayores no te hagan caso, llegas allí y eres igual que todos, y ya ni te cuento si te dejan participar en la misa!!

Pero de pronto va pasando el tiempo y empiezas a preguntarte ¿por qué tengo que ir a misa?, ¿para qué me sirve a mí ese acto?, ¿de verdad comparto las misma ideas que toda esa gente?, ¿me parece en verdad bien todo lo que está diciendo el cura?
Y entonces es cuando vas forjando tus ideas. LLegado este punto hay dos caminos divergentes. Nunca sueles elegir un único camino, no al principio al menos, siempre vas tanteando, preguntando...

En mi caso empecé a hacerme preguntas de qué es lo que representaba Dios para mí, qué representaba la Iglesia a la que pertenecía y si yo realmente compartía sus ideas o tan solo las acoplaba a mi forma de vida.
Para mí fue bastante fácil darme cuenta de que no comulgaba con la idea de la existencia de un Dios todopoderoso. No por lo menos el Dios que me enseñaron. Comprendía que era absurdo pensar que toda nuestra creencia se basara en testimonios escritos por personas hace dos mil años. Para mí carecía de total sentido pensar que a raíz de unos escritos miles, millones de personas hubieran formado una religión tan poderosa. Cuando llegué a este punto empecé a pensar sobre la Iglesia, y ahí ya llegué a la conclusión final de que todo es un gran negocio. El mejor negocio de la historia de la humanidad.

No voy a entrar en el debate de la actitud, acción y demás de la Iglesia, porque eso es otro tema que podría durar años...Solo quiero explicar lo triste que me parece la manera en que nos imponen sus ideas. La religión es un negocio basado en el miedo, si señor, en el miedo. Sin miedo no habría ni Iglesia, ni Dios, ni religión. El ser humano es un ser temeroso por naturaleza, teme a la muerte, al destino, al sufrimiento... y la religión basa su dogma en esto. Ya desde pequeños nos enseñan a temer a Dios, de mayores nos cohiben por temor a Dios y al fin consiguen que vivamos con temor sin muchas veces poder realizar lo que quisieramos. Y con todo esto la Iglesia , aquella que debería ser piadosa y caritativa, saca la mejor tajada del pastel: dinero y poder.

Podría dar cien razones por las que no puedo compartir mi vida ni mis ideas con la Iglesia pero prefiero centrarme en un tema que últimamente estoy manejando, la evolución. Resulta que nos enseñan que existe un Dios creador, capaz de dar vida y forma a todo lo que nos rodea. Bueno y me pregunta es ¿y esto quién se lo cree? Porque hasta la persona más devota con un poco de cultura tiene que darse cuenta de que el planteamiento es totalmente absurdo. Las evidencias científicas de evolución hoy en día se cuentan por millones, eso es un dato irrefutable. Y lo que no puedo entender es como miles de personas hoy en día siguen apoyando el creacionismo. No logro entederlo. La única cocnlusión a la que llego es que existe mucha gente ignorante sobre la cual actúan un pequeño grupo de gente culta que las maneja a su anotojo con el fin de sacar algún provecho. Y por tanto puedo decir que todo es un engaño.

Al fin, la idea que saco es que la religión que debiera ser una fuente de apoyo y ayuda, es tan sólo un negocio sucio y engañoso. Lo cual es verdaderamente triste. Y con todo encontre la semana pasada esta frase que bien expresa mis ideas : "Preguntar es rebelarse, responder es adaptarse"


"La historia de la ciencia es la historia de las buenas preguntas y la historia de las creencias es la historia de las buenas respuestas"



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viernes, 1 de octubre de 2010

Luz

Luz. ¿Qué sería de nosotros sin luz?
Hay distintos tipos de luz, centenares, pero todas tienen un factor común: nos dan seguridad. Me parece sorprendentemente curioso el efecto ENORME que tiene el mínimo hecho de hacer un "click" en un interruptor y encender una bombilla, o empezar a ver los primeros y ansiados rayos del Sol.
Todos hemos pasado en elgún momento de nuestras vidas por algún episodio de miedo relacionado con la oscuridad. Y generalmente nos damos cuenta de que todos esos miedos son absurdos una vez los pensamos racionalmente, una vez tenemos luz. La falta de luz provoca en los seres humanos sensaciones de inseguridad, decaimiento, alerta, nerviosismo, malestar...La oscuridad nos hace dudar, pensar sin criterio, sentirnos mal...¿podemos decir entonces que las personas somos dependientes de la luz?
Desde los albores de nuestra historia el ser humano siempre ha intentado desarrollar mecanismos o métodos para conseguir tener luz durante los momentos que el Sol no brilla. Y gracias a estos esfuerzos y las acciones que derivan de ellos, nuestras sociedades avanzaron hasta Hoy. Pero lo más importante y curioso de nuestra "dependencia a la luz", es que no sólo necesitamos luz si no que nos condiciona.
Prueben sino a imaginarse estas tres situaciones distintas, en un mismo marco, donde interviene la luz y piensen qué efectos provoca:
1.- Estamos solos sentados frente a nuestro escritorio, realizando nuestro trabajo. La habitación está iluminada por una tenue luz naranjo-amarillenta que entra por la ventana.
2.- Estamos solos sentados frente a nuestro escritorio, realizando nuestro trabajo. La habitación está totalmente a oscuras y nuestro escritorio iluminado con una potente luz blanca de flexo.
3.- Estamos solos sentados frente a nuestro escritorio, realizando nuestro trabajo. la habitación está iluminada por la luz amarillenta de la lámpara central y por la luz blanca que entra por la ventana.

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¿Saben distinguir las sensaciones? ¿Somos dependientes de la luz?

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miércoles, 26 de mayo de 2010

Paseo...


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- Me siento mayor últimamente...
- ¡Qué dices! Estás más tonta... Pues lo llevas claro si con 23 años te sientes mayor...
- No, no es que me vea vieja-paró un segundo a pensarlo-no, no, no es eso, es que me pasan cosas, no sé, raras...
-¿Raras?-Teresa se quedó mirando a su amiga con cara de preocupación-¿qué significa raras?
-¡Qué se yo! Simplemente es una sensación-Eva empezó entonces a sentirse incómoda, pensó que quizá no debía haber dicho nada. Pero bueno, al fin y al cabo Teresa era su mejor amiga.- Tengo la sensación de que empiezo a pensar como una persona mayor.
-¿Pero a qué te refieres?
-Pues que, por ejemplo, ahora cuando voy por la calle ya no me fijo en la gente joven-Teresa puso gesto de extrañeza-me refiero que no me voy fijando...en los chicos, por ejemplo....
Teresa empezó a reirse a carcajadas.
-Lo siento, lo siento, sigue, en qué te fijas entonces...
-Pues me fijo en las mujeres embarazadas, en los bebés y en los niños...
-¡Es que son una monada!-aún entre risas.
-Ya pero no es solo eso, es todo un conjunto, Ahora dedico más tiempo a reflexionar, a pensar detalladamente todo.
-A ver Eva, tú siempre has pensado mucho las cosas...
-Ya pero no sé ahora es diferente. Ahora disfruto haciéndolo. Es difícil de explicar...
-Eres más rara...
-Puede-se miran y las dos sonrien-Además siento que me hago más abierta, más extrovertida. Siento que disfruto conociendo a las personas, me resultan muy interesante sus comportamientos...
-¿Qué dices?¿Tú?¿Tú relacionándote con las gente? Jajajajajajaja.
-¿Ves? Me estoy haciendo mayor...
-En fin, ¿vamos a tomar algo?
-Sí por favor...
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miércoles, 19 de mayo de 2010

Roca y carrasca...


En algunas ocasiones todos sentimos la necesidad de escondernos en un refugio personal. Un lugar, un espacio, que hacemos nuestro, que nos evade de todo lo que nos rodea y nos da paz.


Mi refugio personal es un paisaje de roca caliza, carrascas y pinos... Es un lugar en el que no necesito hablar, ni reir, ni compartir para sentirme feliz. Cuando camino por sus senderos voy recorriendo y recogiendo pensamientos, desgrnándolos, creando nuevos.


No puedo explicar el por qué de ese refugio, por qué no otro. Sólo sé que no podría vivir sin él. Un sólo viaje entre las viejas sendas repletas de matorral, me da oxígeno suficiente para sumergirme en la polución que rodea la vida en la ciudad.


No extiste sensación más conmovedora en mí, que cuando voy camino de mi refugio, con el estómago encogido y esperando ver mis rocas, mis carrascas y mis pinos...