miércoles, 26 de mayo de 2010

Paseo...


.....
- Me siento mayor últimamente...
- ¡Qué dices! Estás más tonta... Pues lo llevas claro si con 23 años te sientes mayor...
- No, no es que me vea vieja-paró un segundo a pensarlo-no, no, no es eso, es que me pasan cosas, no sé, raras...
-¿Raras?-Teresa se quedó mirando a su amiga con cara de preocupación-¿qué significa raras?
-¡Qué se yo! Simplemente es una sensación-Eva empezó entonces a sentirse incómoda, pensó que quizá no debía haber dicho nada. Pero bueno, al fin y al cabo Teresa era su mejor amiga.- Tengo la sensación de que empiezo a pensar como una persona mayor.
-¿Pero a qué te refieres?
-Pues que, por ejemplo, ahora cuando voy por la calle ya no me fijo en la gente joven-Teresa puso gesto de extrañeza-me refiero que no me voy fijando...en los chicos, por ejemplo....
Teresa empezó a reirse a carcajadas.
-Lo siento, lo siento, sigue, en qué te fijas entonces...
-Pues me fijo en las mujeres embarazadas, en los bebés y en los niños...
-¡Es que son una monada!-aún entre risas.
-Ya pero no es solo eso, es todo un conjunto, Ahora dedico más tiempo a reflexionar, a pensar detalladamente todo.
-A ver Eva, tú siempre has pensado mucho las cosas...
-Ya pero no sé ahora es diferente. Ahora disfruto haciéndolo. Es difícil de explicar...
-Eres más rara...
-Puede-se miran y las dos sonrien-Además siento que me hago más abierta, más extrovertida. Siento que disfruto conociendo a las personas, me resultan muy interesante sus comportamientos...
-¿Qué dices?¿Tú?¿Tú relacionándote con las gente? Jajajajajajaja.
-¿Ves? Me estoy haciendo mayor...
-En fin, ¿vamos a tomar algo?
-Sí por favor...
....

miércoles, 19 de mayo de 2010

Roca y carrasca...


En algunas ocasiones todos sentimos la necesidad de escondernos en un refugio personal. Un lugar, un espacio, que hacemos nuestro, que nos evade de todo lo que nos rodea y nos da paz.


Mi refugio personal es un paisaje de roca caliza, carrascas y pinos... Es un lugar en el que no necesito hablar, ni reir, ni compartir para sentirme feliz. Cuando camino por sus senderos voy recorriendo y recogiendo pensamientos, desgrnándolos, creando nuevos.


No puedo explicar el por qué de ese refugio, por qué no otro. Sólo sé que no podría vivir sin él. Un sólo viaje entre las viejas sendas repletas de matorral, me da oxígeno suficiente para sumergirme en la polución que rodea la vida en la ciudad.


No extiste sensación más conmovedora en mí, que cuando voy camino de mi refugio, con el estómago encogido y esperando ver mis rocas, mis carrascas y mis pinos...